La deriva humana de la Confianza a la fe ciega en la IA: causas e implicaciones
Como sabemos, la confianza es una
cualidad psicoemocional que poseemos todas las personas de experimentar la
creencia, la esperanza y/o la certidumbre respecto a la expectativa futura creada
sobre una circunstancia en concreto. Pero lo importante no es tanto saber qué
es la confianza sino dirimir cuándo se produce esta confianza, a cuya respuesta
en la cosmología humana debemos inferir que el hombre confía en tanto,
realmente, percibe proximidad conductual, cognitiva, o afectiva con un sujeto u
objeto. Lo que trasladado al ámbito propiamente de la relación hombre-IA, y
expuesto de manera sintetizada, podemos señalar que:
1.-Concurre confianza (del
hombre con la IA) por proximidad conductual cuando la tecnología se muestra
eficiente
En este caso podemos hablar de
una Confianza Ontológica, ya que la eficiencia mostrada por la tecnología
expresa un grado de autonomía de gobierno en el quehacer de sus rutinas
predecibles que, a su vez, genera en las personas un estado de seguridad natural
en su vida cotidiana, ya sea doméstica o productiva.
No obstante, cabe destacar que
dicho estado de confianza del hombre con la IA se produce con independencia de
si la eficiencia tecnológica es real, aparente o simulada. Y además, resulta
perentorio señalar que al reducir los niveles de desconfianza -que son
intrínsecos en todo estado de confianza- a un valor próximo a cero, ya no
podemos hablar de confianza sino de fe, pues la seguridad natural percibida de
la eficiencia tecnológica no admite duda alguna.
Un ejemplo sociológico, de la
revocación de la confianza en pos de la fe en la eficiencia tecnológica, lo
encontramos en los accidentes de vehículos con pilotos automáticos, donde se
evidencia que los conductores son actores responsables necesarios de los infortunios
circulatorios por confiar demasiado en la automatización de sus coches (2,3).
2.-Converge confianza (del
hombre con la IA) por proximidad cognitiva cuando la tecnología se muestra
transparente
En este caso podemos hablar de
una Confianza Gnoseológica, ya que la transparencia mostrada por la tecnología
tanto provoca en el ser humano un estado de confianza cognitivo como puente al
conocimiento, en un entorno eminentemente digital en el que validamos como veraz
una información (cuyo flujo de datos y contextualización han sido previamente
predeterminados por la IA) que nos permite acceder a un discernimiento sobre la
realidad; como genera asimismo por retroalimentación un estado de ciega
creencia en el conocimiento dado por la IA, que cimienta la propia confianza
del hombre en el mismo.
Un estado de confianza que, al
igual que sucede en el caso anterior de la concurrencia de la eficiencia, se
produce con independencia de si la transparencia tecnológica es real, aparente
o simulada. Sin obviar el hecho fehaciente que, mientras que en la confianza
cognitiva la persona participa de un razonamiento lógico-deductivo en algún
grado de manifestación, en la transmutación de un estadio de confianza a otro estrictamente
dogmático o de fe -por no someter a juicio alguno el conocimiento adquirido-,
nos encontramos ante un nuevo estado cognitivo donde la persona queda exenta del
razonamiento lógico.
Un ejemplo sociológico, de la
abrogación de la confianza en pos de la fe en la trasparencia tecnológica, lo
encontramos en el conocimiento resultante de los algoritmos de recomendación propios
de las redes sociales/buscadores que siempre están sesgados al basarse en datos
de los usuarios, y no en una muestra representativa de la población (4)
, así como en censuras o
manipulaciones deliberadas de información (5,6)
generalmente de corte ideológico por parte del
poder imperante (7).
3.-Y, confluye confianza (del
hombre con la IA) por proximidad afectiva cuando la tecnología es susceptible
de ser antropomorficada.
En este caso podemos hablar de
una Confianza Emocional, ya que la tecnología como entidad susceptible de ser
humanizada antropomórficamente reafirma la tendencia psicológica natural del
hombre de atribuir características y cualidades humanas a un objeto o sujeto
diferente a nuestra especie, como es la IA.
Un estado de confianza que, al
igual que sucede en los casos anteriores de concurrencia de eficiencia y
transparencia, se produce con independencia de si el antropomorfismo es real,
aparente, o simulado. Teniendo en cuenta que el fenómeno del antropomorfismo de
la IA (8)
conlleva
implícito el despliegue de una dimensión moral, lo que significa que
instintivamente el hombre otorga a la tecnología la cualidad de ostentar un
grado de responsabilidad sobre sus propios actos; así como la generación de un
vínculo de afiliación, que acaba despertando en el hombre un sentimiento de
empatía hacia la tecnología. Dos derivadas que, cabe destacar, comportan una
importante implicación psicológica de resultados imprevisibles: la anulación
del principio de dualidad humano Yo-Otros, o Yo y no-Yo (Efecto Forer).
De ejemplos sociológicos, respecto
a la rescisión de la confianza en pos de la fe en el antropomorfismo
tecnológico, tenemos muchos y de todo tipo, ya sea en referencia a los
ChatBots, a los avatares digitales, o incluso a la ya clásica y popularmente
conocida asistente de IA Siri de Apple, entre otros, que han generado cuadros
patológicos de conducta humana disfuncional -algunos con resultado de muerte-
que en los últimos tiempos han saltado a los titulares de los noticieros. Pero,
más allá de exponer un caso típico al uso, quisiera a modo pedagógico en esta
ocasión especificar un ejercicio realizado recientemente por la compañía Boston
Dynamics, quien hace escasos días disfrazó a uno de sus perros robots (Spot) bajo
la apariencia de un canino propio de la fábrica Disney, otorgándole
instantáneamente una falsa apariencia de confianza, docilidad y amistad (9). Cualidades de proximidad
afectiva que el mismo robot, sin disfraz, no sólo no transmite sino que más
bien provoca inquietud.
Conclusión
Como hemos podido observar
sucintamente, ya sea a través de la Confianza Ontológica, la Confianza
Gnoseológica, o la Confianza Emocional, lo cierto es que en la actual era
tecnológica el hombre tiende a confiar excesivamente en la IA, bajo la falsa
premisa de que ésta es más competente, correcta, e imparcial que nuestros
semejantes (lo cual no es cierto). La razón es múltiple y su causalidad debe
encontrarse en diversos ámbitos del complejo orbe humano: máxima del mínimo
esfuerzo, estrategias de control de masas, deficiencia del sistema educativo,
carencias psicoemocionales, sociabilización de los robots, etc. Sea como fuere,
y sin intención de desarrollar dicha fenomenología, no es menos cierto que todo
indica a que el ser humano contemporáneo busca voluntariamente ser controlado por
la tecnología IA (10)
,
hasta el punto que vamos camino de transmutar la confianza en una fe férrea y
obstinada. Lo cual nos lleva a una pregunta-árbol como colofón, que dejo a modo
reflexivo para el lector: ¿Si la era IA conlleva la obsolescencia de la
confianza por superación de la misma, qué capacidad de juicio y nivel de
pensamiento crítico va a tener el hombre del mañana. Y, aún más, si la fe ciega
implica la sociabilización de la lógica IA, qué modelo de sociedad “lógica” nos
espera?.
Posdata:
Querido lector, no
dilate mucho su respuesta, ya que mientras usted toma su tiempo para deliberar con
plena libertad sobre éstas preguntas diáfanamente filosóficas, el sector
tecnológico IA ya se está encargando, a través de sus lobbies de presión (11)
, en influir sobre su
pensamiento mediante la táctica subversiva de promocionar y premiar ensayos
filosóficos (12, 13)
que aboguen
por los beneficios de la IA para la humanidad (para vergüenza del propio
colectivo de filósofos). Nada nuevo bajo el sol, ya que como versó el satírico
Quevedo, poderoso caballero es Don Dinero. Y con dinero y medios, las nuevas
generaciones pueden acabar derogando la confianza lógico-racional en substitución
de un bien social mayor de nueva implementación como es el dogmatismo
tecnológico.
Referencias
(1)
Ingenieros IA y procesos industriales, dos
variables con un sólo destino: la Roboética. Jesús A. Mármol. Bitácora de un
Buscador, 28 Abril 2024 https://acortar.link/ZyoSkS
(2)
Las demandas ponen a prueba la afirmación de
Tesla de que los conductores son los únicos responsables. Trhisa Thadani. The
Washington Post, 28 Abril 2024 https://acortar.link/idYLRP
(3)
El sistema manos libres BlueCruise de Ford bajo
investigación tras accidentes mortales. Sean O’Kane. Tech Crunch, 29 Abril 2024 https://acortar.link/KglV9u
(4)
Cámaras de eco, burbujas filtrantes y
polarización: una revisión de la literatura. Dra Amy Ross Arguedas, Dr. Craig
T. Robertson, Dr. Richard Fletcher, Prof. Rasmus Kleis Nielsen. Reuters
Institute-University of Oxford, 19 Enero 2022 https://acortar.link/gw6mzp
(5)
Puntos de vista de los estadounidenses sobre las
empresas tecnológicas. Mónica Anderson. Pew Research Center, 29 Abril 2024 https://acortar.link/95REbn
(6)
Las promesas incumplidas de Meta. Censura
sistémica del contenido palestino en Instagram y Facebook. Human Rights Watch,
21 Diciembre 2023 https://acortar.link/VjKOSY
(7)
Los buscadores IA de internet: la nueva (y
cuestionable) fuente del conocimiento humano. Jesús A. Mármol. Bitácora de un
Buscador, 8 Abril 2024 https://acortar.link/jT4Fjs
(8)
¿Qué implicaciones sociológicas conlleva la “humanización”
antropomórfica de los robots?. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 22
Noviembre 2022 https://acortar.link/SYzcMU
(9)
Meet Sparkles. Boston Dynamics. Youtube, 29
Abril 2024 https://acortar.link/fYQw1F
(10)El hombre busca
(voluntariamente) ser controlado por la tecnología. Jesús A. Mármol. Bitácora
de un Buscador, 3 Julio 2021 https://acortar.link/Ffz5vg
(11)La otra cara del sector de
la IA: un mundo plagado de intrigas, suspense y acción. Jesús A. Mármol.
Bitácora de un Buscador, 15 Abril 2024 https://acortar.link/j8AQpQ
(12)APA (Asociación Filosófica
Estadounidense) crea nuevos premios para la investigación filosófica sobre IA. Justin
Weinberg. DailyNous, 25 Abril 2024 https://acortar.link/oFEQfn
(13)Concurso de ensayos sobre
la automatización de la sabiduría y la filosofía: 25.000 dólares en premios. Owen
Cotton-Barratt. Blog AI Impacts, 15 Abril 2024 https://acortar.link/Vca4NZ