Innovación IA y Ética europea: dos caminos cada vez más divergentes
No obstante, si bien ChatGPT aún
tiene minutos de gloria por consumir y la carrera no ha hecho más que comenzar,
cabe señalar sobre Llama 3.1 que es el modelo de IA de código abierto más
grande de la historia (con 405 mil millones de parámetros, frente a los algo
más de 175 mil millones del modelo de OpenAI), y que Meta ya está trabajando
con más de una docena de empresas (entre ellas Microsoft, Amazon, Google,
Nvidia, y Databricks) para implementar y mejorar el modelo en diversas
implicaciones e industrias. ¿El objetivo de Llama 3.1?:
no sólo competir contra ChatGPT, sino superarlo
en términos de uso y convertirse así en el asistente IA más utilizado a nivel
mundial para fin de año. Un nuevo giro de los acontecimientos del que podemos
extraer, a corto plazo, el siguiente escenario derivado:
1.-Se anuncia un aumento
exponencial de nuevas aplicaciones y soluciones innovadoras en IA impulsadas
por el modelo de Meta, que van a revolucionar aún más la economía productiva,
para mayor sorpresa de todos si cabe.
2.-La estrategia de trabajo de
código abierto de Meta, además de democratizar el acceso a la IA avanzada, se
consolida como metodología tecnológica para el fomento de la colaboración
innovadora global en IA.
Y, 3.-La filosofía de código
abierto, que impulsa Meta como eje vertebrador del ecosistema IA, choca de
frente con la numantina regulación europea (2). Sin mencionar, suma y sigue, que Meta no ha
revelado el origen de los datos que ha utilizado y utiliza para entrenar a
Llama 3.1 por “secreto comercial”; por lo que no hay que ser muy sagaz para
entender que dicha falta de transparencia puede deberse a una práctica
corporativista presumiblemente, en términos europeos, contra Ley de Protección
de Datos (RGPD) (3). Dos
escollos para la sancta sanctorum
legislación europea (código abierto y
gestión de datos) que, sin lugar a dudas, aislará aún más a la zona euro de los
nuevos avances en IA. Aunque, como bien sabemos Historia en mano por la épica caída
de Numancia a espada de los romanos, no hay mejor estrategia para derribar
cualquier fortaleza que se resiste que un asedio paciente. Lo cual no es un
buen pronóstico para el viejo continente, ya que -más allá de una derrota
futura probabilísticamente asegurada- todo aislacionismo acaba siendo
equivalente a un empobrecimiento económico, y no hay mejor negocio para
potencias colonizadoras que esperar a adquirir sus nuevas conquistas a precio
de saldo (por obligada necesidad de los vendedores locales) bajo la falsa bandera
de la liberación.
Sobre la evolución en progresiva
divergencia entre desarrollo IA y política tecnológica europea no voy a
explayarme, por haberlo tratado en reiteradas ocasiones (4,5)
, aunque sí que apuntaré una vez más que
sus consecuencias señalan a que el viejo continente se encamina hacia lo que denomino
una Neoedad Media en términos tecnológicos comparativos. Lo cual ya no es un
pronóstico sino una evidencia empírica.
Absorción de una nueva Ética
por consumo
No obstante, en la presente
reflexión deseo focalizar el tema ya no tanto en la divergencia entre
desarrollo IA global y mercado europeo (y sus implicaciones negativas en
materia económica para la zona euro), sino en la divergencia entre innovación
IA y Ética continental, lo cual me parece un asunto relevante a exponer. Ya
que, como todos sabemos, es la Ética la que define de manera substancial los
modelos de organización social a los que denominamos sociedades.
En este sentido, volviendo al
caso de Meta, resulta evidente que su apuesta por el modelo Llama 3.1 es una
clara apuesta por la búsqueda del dominio hegemónico de aplicaciones IA para la
industria multisectorial en la nueva era tecnológica, en un mundo cuya economía
productiva ya no se concibe sin IA mediante. Una apuesta empresarial, de
indudable corte monopolístico, en la que Meta tiene tanto la oportunidad como
los medios y los recursos para llevarla a buen puerto por su privilegiada
posición en un Mercado hasta la fecha oligopolista (lo cual, sea dicho de paso,
es antagónico al concepto de libre mercado y, por extensión, a la naturaleza
misma de la Democracia). Una estrategia de la compañía que, barriendo en
sentido que nos ocupa, tiene como efectos colaterales directos la imposición a
nivel global de una Ética propia que no común. Ya que su Ética singular (de
clara lógica algocrática, bajo fundamentos de rédito corporativista) se decanta
por precipitación al conjunto de la sociedad, que la absorbe como propia a
través incluso de los poros de la piel, mediante la correa de transmisión del
tejido productivo en calidad de cliente. Es decir, las empresas locales
consumen los productos IA de Meta, a la vez que los facilitan (una vez
transformados bajo marca y gusto propio) como servicios de consumo para los
usuarios finales que somos las personas a título individual. Llegados a este
punto, la pregunta obligada no puede ser otra que aquella que dé respuesta a
qué tipo de Ética estamos normalizando por absorción cotidiana (presente o
futura), aún sin percatarnos de dicho proceso de transmutación en la naturaleza
de dichos valores.
Ética de las grandes
tecnológicas y Ética europea
Para dar respuesta a la cuestión
planteada, no sirve con ceñirnos -en este caso y como objeto ejemplar de
estudio- al código público de Ética IA de Meta (6)
, ya que sólo observando los dos primeros de los
cinco pilares en los que manifiesta basarse -relativo a la Privacidad y
Seguridad (de los datos de las personas), y a la Equidad e Inclusión (trato
justo e igual para todas las personas)-, nos genera fundadas reticencias. ( Exempli
gratia
: uso ilegal de datos masivos de consumidores (7)
, y censura sistemática de contenido
palestino en el contexto de la guerra israelí (8)
). Sino que debemos prescindir de dicha Ética
normativa corporativa, cuyos departamentos de marketing se encargan de
blanquear adecuadamente, para observar y posteriormente valorar en su justa
medida su Ética aplicada. Es decir, cómo actúa la compañía en casos concretos y
controvertidos del ámbito humano.
Para ello, permítame el lector
hacerme eco brevemente -bajo prisma etnocentrista- del reciente informe (9)
que ha publicado la Casa
Blanca de la Administración aún del presidente Biden, sobre la seguridad online
de los niños y adolescentes, y especialmente en relación a su uso con las redes
sociales y las enfermedades mentales derivadas. Tomado este estudio como caso ejemplar
de Ética Aplicada, el cual afirma taxativamente que los niños y adolescentes se
ven negativamente afectados mentalmente por el uso de las plataformas de las
redes sociales (por lo que se aconseja a las empresas tecnológicas a regular,
entre otras opciones, la capacidad de que los usuarios puedan desactivar
funciones que no les gusten como los feeds
de desplazamiento infinito o
lo algoritmos de recomendación), la reacción de la compañía Meta fue
diametralmente opuesta al rechazar cualquier cambio en sus plataformas
(Facebook, Instagram, WhatsApp, …) para mejorar la salud mental de los
adolescentes, como así queda de manifiesto en documentos judiciales recientes (10). Pero aún más, no sólo la
compañía actúa de manera éticamente reprobable en este asunto, al menos bajo un
juicio de valor moral europeo, sino que además se esfuerza en imponer un falso
relato social sobre el uso beneficioso de sus plataformas mediante la
manipulación sin pudor de estudios académicos que patrocina (11). Una mala praxis
generalizada en el sector que, a quien interese, puede ampliar mediante la
lectura de una breve reflexión pasada que realicé bajo título La otra cara
del sector IA: un mundo plagado de intrigas, suspense, y acción
(12).
Como podemos observar, en la
ecuación empresarial de Meta -la cual es extensible al conjunto del oligopolio
tecnológico IA- la Ética brilla por su ausencia; haciendo de la máxima latina sobre
la mujer del César, que no sólo debe ser honrada sino asimismo parecerlo, una
redefinición ad hoc
en un contexto digital en el que tiene más valor
aparentar que ser (13,14).
Expuesto lo cual, podemos claramente deducir que el mundo occidental en su
conjunto se ve sometido a una reconstrucción de la moral humana por efecto
sociabilizador de una cultura de consumo, de espejos digitales fractales, donde
los cuadros directivos de las grandes compañías tecnológicas en primer lugar, y
los ingenieros a sueldo de las mismas en segundo lugar (15)
, se otorgan de facto
el papel de
Filósofos de la Ética y Políticos de la Moral sin que el ciudadano de a pie
tenga capacidad de réplica alguna.
Ciertamente, por otro lado, los
gurús de Silicon Valley pueden argumentar a su favor que sus compañías se
ajustan a su Ética de corte ultraliberal propia de la naturaleza política de la
sociedad norteamericana, ergo
sus compañías son éticas. Lo cual, bajo
dicho enfoque, no dejan de tener razón a la luz de que la Ética no es universal
sino geográfica. No obstante, nuestra Ética continental, de claro corte
humanista que fundamenta nuestros Estados Sociales y Democráticos de Derecho, se
rige por un sistema referencial moral diferente, ergo
para nosotros los
europeos sus compañías no son éticas. A partir de aquí, el pulso está servido.
Expuesto lo cual, y a falta que
Meta invada la economía de mercado occidental de nuevas y disruptivas
herramientas IA, sirva la presente breve reflexión para concienciarnos que
detrás del consumo aparentemente aséptico de un producto digital, al ser éste
de naturaleza extracontinental en la actual era de la IA Generativa, lleva
consigo una carga ética determinada que aun sin verse es incisiva Y que el
consumo continuado y normalizado por habitual de dichas aplicaciones tecnológicas,
más si cabe entre las nuevas generaciones digitales, puede conllevar a un
proceso de transmutación de los valores morales propios en beneficio de otros
ajenos, en lo que podríamos denominar una sociabilización ética por parte de
los nuevos conquistadores (en este caso mediante fuerzas operativas tecnológicas).
Un proceso de cambio e inmersión, por estrategia monopolizadora del Mercado,
que puede hacer virar fácilmente la filosofía tetramilenaria humanista europea
hacia nuevos postulados neo ultraliberales, lo cual acabaría afectando a futuro
sobre el adn de nuestro propio modelo de organización social.
Sí, la divergencia entre
Innovación IA y Ética europea no sólo es una realidad, sino que es un fenómeno
que se agrava a cada nuevo día que pasa, evidenciando una falta de capacidad de
imposición del Imperio de los Derechos (Europa) frente al Imperio del Mercado
(EEUU). Tanto es así que, lamentablemente para el orbe humanista, no se divisa
convergencia alguna en un horizonte próximo que se prevé socialmente convulso
por irrupción hegemónica de la IA. Y ante esta situación, servidor no puede más
que observar pipa en boca desde su pequeña atalaya, preguntándose cuál es el
destino que las ancestrales Moiras le tienen preservado a nuestra vieja Europa.
Referencias
(1)
Meta lanza el modelo de IA de código abierto más
grande y mejor hasta el momento. Cath Virginia. The Verge, 23 Julio 2024 https://acortar.link/Ligj4k
(2)
La Ley IA de la UE puede devolver a Europa a la
Edad Media. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 20 Junio 2023 https://acortar.link/t39yUb
(3)
Descapitalización europea con la salida de las
grandes tecnológicas. Y, ahora, ¿qué?. Jesús A. Mármol. Bitácora de un
buscador, 23 Julio 2024 https://acortar.link/MaxhyN
(4)
La Ley IA de la UE: muerta antes de nacer por
oposición del sector. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 18 Diciembre
2023 https://acortar.link/wzQzRB
(5)
La IA se comunica ya como humana, mientras
Europa hace oídos sordos. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 17 Mayo
2024
https://acortar.link/6Tzs46
(6)
IA Responsable. Meta, 29 Julio 2024 https://ai.meta.com/responsible-ai/
(7)
Meta acusado de procesamiento de datos
"masivo e ilegal" por parte de grupos de consumidores europeos. Anna
Cooban. CNN, 29 Febrero 2024 https://acortar.link/xxEz8C
(8)
Meta: censura sistemática del contenido
palestino. Human Rights Watch, 20 Diciembre 2023 https://acortar.link/LiA3Wg
(9)
Online Health and Safety for Children and Youth:
Best Practices for Families and Guidance for Industry. Samhsa-USA Gov, July
2024 https://acortar.link/6EebFL
(10)
Mark Zuckerberg rechazó
personalmente las propuestas de Meta para mejorar la salud mental de los
adolescentes, según documentos judiciales. Briang Fung, CNN, 10 Noviembre 2023 https://acortar.link/JkbcVh
(11)
La política de la
investigación en redes sociales: no deberíamos permitir que Meta manipule los
estudios que patrocina. Justin Hendrix y Paul M. Barret. The Policy Press, 2
Julio 2024 https://acortar.link/P2y46L
(12)
La otra cara del sector de
la IA: un mundo plagado de intrigas, suspense y acción. Jesús A. Mármol.
Bitácora de un Buscador, 15 Abril 2024 https://acortar.link/j8AQpQ
(13)
La apariencia, un recurso
de supervivencia de la sociedad contemporánea. Jesús A. Mármol. Bitácora de un
Buscador, 20 Mayo 2019 https://acortar.link/lFImcJ
(14)
Veo, veo... algo que parece
ser pero que no es. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 13 Diciembre 2019 https://acortar.link/opHSkT
(15)
La Ética mundial no puede
estar en manos de los ingenieros informáticos. Jesús A. Mármol. Bitácora de un
Buscador, 6 Noviembre 2019 https://acortar.link/9OxDcG
