Era IA Generativa: el fin de las Universidades como motor innovador de la sociedad
La razón de esta ya iniciada
cuenta regresiva para la Universidad no es otra que la irrupción hegemónica de
la IA y, específicamente, en lo que respecta al emergente desarrollo de la
innovación en IA Generativa para cualquier línea de conocimiento humano, ya sea exempli gratia
la creación de nuevos materiales o la curación de
enfermedades hasta la fecha incurables. Y si bien es cierto que del mundo
universitario surgió a mediados del siglo XX tanto internet (1)
, como los primeros modelos
de IA (2)
, no es menos
cierto que la actual fase evolutiva de la IA Generativa -entiéndase como los
grandes sistemas conversacionales de la familia tipo GPT4- requiere de una enorme
cantidad de recursos naturales, energéticos y productivos (dígase Centros de Datos)
y de ingentes recursos económicos que sólo están al alcance de las grandes
compañías tecnológicas privadas. Es decir, y como bien se desprende de un
artículo recientemente publicado en The Wall Street Journal
(3)
, las empresas ya no
requieren de las universidades -en sentido genérico- para generar innovación, a
su vez que éstas se ven impotentes para seguir el ritmo de aquellas. Una
tendencia divergente que podría llegar a ser irreversible, a medida que aumente
progresivamente el ratio monopolista tanto de recursos como de conocimiento
(como retroalimentación consecuente entre ambos factores) por parte del propio
sector tecnológico. He aquí la cruda realidad que se puede decir más alto, pero
no más claro.
Sí, nos hallamos ante un proceso
de cambio de paradigma en lo que a la relación entre Universidad y Empresa se
refiere, generado por selección negativa natural del propio Mercado entre
aquellos actores en juego que tienen o desean tener la capacidad suficiente para
concentrar los recursos necesarios que posibiliten el desarrollo innovador en
la actual era IA. Aunque como podemos observar, muchos son los llamados (o los
que se presentan al llamado) y pocos los elegidos, a causa de las diversas
barreras de entrada artificial existentes. O al menos, esto es lo que ocurre en
el orbe occidental.
Occidente y Asia, dos modelos
dispares
Y es que el nuevo escenario
expuesto no puede entenderse de carácter universal. Me explico. El mundo actual
está dividido geopolíticamente en tres grandes imperios: el Imperio del Mercado
que lidera EEUU (por ascendencia cultural ultraliberal) , el Imperio del Estado
que lidera China (por ascendencia cultural comunista), y el Imperio de los
Derechos que lidera la Unión Europea (por ascendencia cultural humanista).
Siendo justamente EEUU y China quienes capitanean, como potencias mundiales, el
desarrollo del sector tecnológico en IA.
En materia propiamente de IA, la
Unión Europea, como Imperio de los Derechos, realmente somos intrascendentes
-más allá de haber creado una Ley IA de vocación global sin poder real de
ejecución efectiva (4,5,6,7)
-,
ya que nuestra capacidad de desarrollo sectorial tecnológico es irrisorio, suma
y sigue de estar sometidos de facto
a las empresas IA norteamericanas.
Es decir, en el ámbito de productos y servicios con IA, la Unión Europea nos
encontramos fagotizados por el Imperio del Mercado de EEUU, el cual es la zona
cero del tsunami divergente entre Universidad y Empresa que ya ha llegado y arrasa
con fuerza nuestro viejo continente. Situación contraria es la que sucede en
China y su radio geográfico de influencia, ya que la idiosincrasia misma de su
Imperio del Estado promueve la infraccionabilidad entre Universidad y Empresa,
pues si bien éstas son entidades jurídicas con personalidad propia diferente forman
parte indisociable de una misma naturaleza cohesionadora que es el Estado.
Implicaciones del divorcio
(por fuerza mayor) del tándem Universidad-Empresa
Realizado dicho apunte, volvamos
a nuestro orbe occidental -y más específicamente a los lares de nuestro
tetramilenario continente europeo-, que es lo que nos interesa en la presente
reflexión. Manifestando, al hilo retomado, que justamente este proceso de
rabiosa actualidad, de desafectación del mundo universitario como servicio
público respecto al mundo empresarial, tiene grandes implicaciones sociales que
trascienden el ámbito de la eficiencia innovadora.
Sin dejar de señalar que dicho
escenario está transformando con nocturnidad y alevosía el actual modelo
económico capitalista de libre Mercado democrático hacia un modelo oligopolista
de claro corte algocrático, lo cual es una evidencia empírica que afecta
directamente al modelo de organización socio-político conocido (tiempo al
tiempo), me interesa particularmente llegados a este punto hacer hincapié sobre
su incidencia en materia de Ética. Entiendo la relevancia de la Ética como el corpus
de valores morales que estructuran y articulan toda sociedad, que se dice
pronto.
En este sentido, es por todos
conocido que las universidades (y por extensión el conjunto de centros que
conforman el sistema educativo) son entidades de servicio público que buscan,
con sus luces y sus sombras, democratizar el acceso al conocimiento como medio
instrumental del proceso de sociabilización de los ciudadanos, bajo el
principio rector de garantizar la Igualdad de Oportunidades al mayor número de
personas de una misma sociedad. O, dicho en otras palabras y de manera
sintetizada, el mundo universitario busca y promueve el Beneficio Social como
valor superior a defender. Un Beneficio Social que, con independencia de que
los alumnos opten por disciplinas técnicas, conlleva de carácter inherente
valores morales humanistas como son la equidad, el bienestar, la legalidad, la
transparencia, la rendición de cuentas, y la calidad de vida, por poner algunos
ejemplos notables. Contrariamente, el sector empresarial oligopolista de la IA
Generativa busca y promueve el Beneficio Privado (para sus cuadros de
explotación) como valor superior a defender bajo parámetros éticos
ultraliberales que, en su carrera sine die
por la innovación
competitiva, se manifiesta -de manera más o menos sutil- antagónico a la
filosofía humanista (dataismo versus
humanismo). Pues si por las acciones
podemos conocer al sector IA, éste diáfanamente no se esconde en imponer su
visión de una economía productiva (de lógica y eficiencia algorítmica) basada
en la reducción de costes y el aumento de beneficios, aun en detrimento del
bienestar del conjunto de la sociedad (8, 9). Y es por todos sabido, asimismo, que si bien la Ética no
es universal sino geográfica, ésta define en calidad de elemento nuclear el
modelo de Contrato Social (fundamento de los derechos civiles y sociales) en el
que las personas nos desarrollamos como ciudadanos.
Dicho lo cual, de esos barros
estos lodos en forma de silogismo:
1.-El sector tecnológico de la IA
Generativa sustituye a la Universidad como motor de innovación social,
2.-La IA Generativa genera un
impacto disruptivo (de perfil antihumanista) en el modelo de sociedad,
3.- Ergo
, la Universidad tiene
una gran responsabilidad ética en la formación de futuros profesionales multisectoriales
en la era de la IA Generativa.
Sí, ciertamente el mundo
universitario ya no puede competir con el sector IA en el ámbito tecnológico -sinónimo
de innovación social en la era contemporánea, y cuya evolución del conocimiento
es tan vertiginoso a la par que capitalizado por el propio sector-, pero sí que
tienen las universidades la plena capacidad para afianzar su diligente libertad
de cátedra ética (dígase la implantación de una formación en materia de Roboética
de carácter transversal al conjunto de programas formativos) en la nueva sociedad
en ciernes (10,11).
Entendiendo aquí la Roboética, querido lector, como el estudio de la Ética principalmente
Práctica (que es aquella que afronta problemas morales concretos y
controvertidos) en la relación IA-personas, donde el contexto humano siempre se
manifiesta como un complejo entorno VUCA.
Qué le vamos a hacer, como
humanista me resisto a que el mundo universitario quede relegado a una segunda
posición irrelevante en la carrera por el conocimiento y la innovación a favor
de un selecto grupo privado de empresas, y que pierda así su papel de motor de
cambio social en pleno inicio de la actual Quinta Era de la Revolución
Industrial marcada por la IA Generativa. Quizás sea porque, como reza el
refrán, de casta le viene al galgo ser rabilargo, ya que mi linaje cuenta con
varones segundones (por determinismos en el orden de nacimiento) de la estirpe familiar
que estudiaron en la primera Universidad que existió en España, la de
Salamanca, donde un Mármol ejerció en el siglo XVI como docente bajo la cátedra
de Filosofía de la Moral. Sea como fuere, lo que resulta perentorio en un
tiempo eminentemente tecnológico de IA es la
reivindicación de la Roboética, como nueva
materia de estudio imprescindible en la actual era robótica. Pues es la
Roboética, y no la tecnología, seamos rigurosos ante el Principio de Realidad
imperante (pues, como versó Quevedo, poderoso caballero es Don Dinero), quien restituirá
al mundo académico como parte indispensable de cualquier motor de cambio
social. Sí, quizás las universidades han perdido la batalla tecnológica, y por
extrapolación la carrera por la innovación; pero no pueden ni deben perder la
batalla Ética, o mejor dicho Roboética. Ya que, en caso contrario, ¿qué tipo de
sociedad construirá la ética algocrática?. Seguramente una futurible que será
de todo menos humanista, donde nuestro Imperio de los Derechos (cuya joya de la
corona es el Estado del Bienestar Social) será, previsiblemente, desmantelado
por la fuerza del Imperio del Mercado.
Referencias
(1)
Arpanet. Wikipedia https://acortar.link/CVBRUW
(2)
Eliza. Wikipedia https://acortar.link/bhcEEn
(3)
Las universidades no quieren que la
investigación en IA las deje atrás. Isabelle Bousquette. The Wall Street
Journal, 12 Julio 2024 https://acortar.link/JKDB8r
(4)
¿Puede Europa imponer su nueva ley de IA al
resto del mundo?. Jesús A. Mármol. Bitácora de un
Buscador, 15 Mayo 2023
https://acortar.link/d1gngn
(5)
La Ley IA de la UE puede devolver a Europa a la
Edad Media. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador,
20 Junio 2023
https://acortar.link/t39yUb
(6)
La Ley IA de la UE: muerta antes de nacer por
oposición del sector. Jesús A. Mármol. Bitácora de un
Buscador, 18 Diciembre 2023
https://acortar.link/wzQzRB
(7)
La IA se comunica ya como humana, mientras
Europa hace oídos sordos. Jesús A. Mármol. Bitácora de
un Buscador, 17 Mayo 2024
https://acortar.link/6Tzs46
(8)
IA: sólo importa reducir costos y aumentar
beneficios, aunque pierda la sociedad. Jesús A. Mármol.
Bitácora de un Buscador, 16 Abril 2024
https://acortar.link/8BBsP0
(9)
La IA ya es un depredador laboral, aunque el
ciudadano de a pie no lo perciba. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 11
Junio 2024 https://acortar.link/kyKEi1
(10)
Sin Roboética (Modelo de
Gobernanza IA Ética) no existe competitividad empresarial. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 22 Mayo 2024
https://acortar.link/x1M1FI
(11)
Ingenieros IA y procesos
industriales, dos variables con un sólo destino: la Roboética. Jesús A. Mármol.
Bitácora de un Buscador, 28 Abril 2024 https://acortar.link/ZyoSkS
