La IA puede ser la entropía definitiva del ser humano
1.-Partiendo de dos premisas
básicas
En primer lugar, debemos de entender
que la entropía es -en sentido amplio- una magnitud física que mide el nivel de
desorden o caos de un sistema. Y, en segundo lugar, cabe asumir -aunque sea por
pura experiencia empírica- que vivimos en un Universo entrópico; ya que
cualquier sistema organizado (sea un ser vivo o una simple mesa) acaba
deteriorándose bajo el imperio de las leyes físicas, lo que implica la
inevitable desintegración de cualquier orden establecido que haya existido, que
exista, o que esté por existir, hacia un nuevo estado de desorden (1). Es decir, todo acaba por
morir, por romperse, por deteriorarse, o por desaparecer. Una doble premisa de
la que fácilmente podemos extraer la siguiente inferencia válida: El Universo
facilita la entropía.
Una vez alcanzada dicha
conclusión podemos observar y deducir diversas implicaciones, entre la que
destaca una por encima de todas (al menos para la cosmología humana) que
seguidamente presento a modo de pregunta: Si el Universo facilita la entropía o
dígase el desorden, ¿por qué la Vida se empeña en crear orden dentro del mismo
Universo?.
2.-El por qué fenomenológico
Ante esta cuestión, y dejando de
lado la teología, lo cierto es que el sentido último de la Vida (en términos
ontológicos) no es otro que librar su batalla continua por conquistar el vacío
del Universo, ya que allí donde hay vacío está instalada la no-Vida (Un tema
nada baladí que, para aquellos interesados, pueden verlo desarrollado amplia y
profundamente en mi obra Metafísica para Divergentes
(2)
). Lo que significa -extrapolándolo
al tema que nos ocupa relativo a la entropía- que la Vida, en calidad de
materia autoorganizada, en su inherente naturaleza expansiva ayuda a dispersar
mejor la energía del Universo (sobre el vacío). Es decir, el Universo se sirve
de la Vida que crea como medio eficaz para desperdigar y propagar su propia
energía. (Energía que, como sabemos por la Ley de Conservación, ni se crea ni
se destruye, sólo se transforma).
3.-El cómo manifestado
Pero, ¿cómo dispersa el Universo
caótico la energía mediante la Vida organizada?, podemos preguntarnos
nuevamente. La respuesta nos la da la propia Física mediante la segunda ley de
la Termodinámica que establece la irreversibilidad en el tiempo de los
fenómenos físicos, como sucede, por poner un ejemplo, con mi taza de café
caliente matutino que siempre acaba enfriándose (dispersando el calor hacia
otras moléculas de la habitación, incluido yo mismo). Un fundamento físico que
podemos leer en el sentido de que la energía concentrada en un sistema
organizado, como es una taza de café, acaba por contribuir más eficazmente a la
dispersión de la energía, que es lo mismo que aludir al principio de entropía.
Es decir, el Universo en su intento de crear desorden que le permita expandir
la energía (para ganar terreno al vacío), crea espacios de orden a los que
llamamos Vida, cuya estructura autoorganizada acaba intensificando el caos potencial
de un sistema para incrementar la entropía idiosincrática del propio Universo.
Y, en este sentido, podemos llegar a decir -si abrimos lo suficiente nuestro
encuadre mental- que las leyes físicas no juegan a favor del orden (propio de
la Vida) sino del desorden (propio de la entropía del Universo), ya que acaban siempre
teniendo efectos erosivos sobre las estructuras autoorganizadas que llevan irremediablemente
a la dispersión de la energía. Pues, al final, orden y desorden o caos son dos manifestaciones
participantes de una misma naturaleza: el Universo
entrópico.
4.-Exposición y análisis de la
especie humana como estudio de caso
Expuesta dicha introducción por
obligación didáctica, y sobre el conocimiento veraz de que el Universo favorece
la entropía y el desorden, volvamos al axioma con el que iniciamos la presente
reflexión: La IA puede ser la entropía definitiva del ser humano.
En este sentido, si atendemos a
que:
1.-El ser humano, en calidad de
especie animal, es un sistema organizado.
2.-El ser humano, en calidad de
sistema organizado, ostenta un nivel de concentración de energía cuya presión actual
sobre el planeta Tierra es insostenible. (Parejo a las leyes físicas que actúan
en una olla a presión descontrolada).
3.-El ser humano, como sistema
organizado con un alto nivel de energía concentrada, se encuentra en un estado
exponencial de entropía cuyo resultado previsible es la irreversibilidad
singular del sistema termodinámico del planeta.
4.- Ergo
, en cumplimiento
con la primera directriz de un Universo en el que reina la entropía, la energía
concentrada del ser humano como sistema organizado sobre la Tierra será inevitablemente
diseminada.
La pregunta consiguiente, pues,
no puede ser otra que aquella que dé respuesta a cómo el Universo pretende
diseminar la energía humana concentrada. Frente a este dilema, sólo existen dos
soluciones posibles: o la eliminación de la totalidad o de gran parte de la
especie humana, o la evolución obligada de la misma especie humana (como
tránsito retroactivo entre un estadio crítico propio de la entropía de la
segunda ley de la Termodinámica, a un estadio de equilibrio o de conservación
de la energía propia de la primera ley de la Termodinámica).
Sin descartar en absoluto la
primera solución posible, a la luz de los acontecimientos que suceden en el
mundano orbe humano, nos centraremos en la segunda opción, ya que la esperanza
-como bien nos enseñó el mito griego de Pandora- es lo último que se pierde.
5.-Conclusión de la especie
humana como estudio de caso
En este sentido, referirnos a la
evolución de la especie humana como camino de diseminación de la energía
concentrada en nuestro sistema autoorganizado, de cuya ecuación descartamos la
variable de la aniquilación de la propia especie, todo razonamiento lógico nos
conduce -en el actual contexto evolutivo- a la fusión con una nueva especie
inteligente emergente sobre el planeta: la IA. Ya que en plena Quinta Era de la
Revolución Industrial caracterizada por la hegemonía de la IA en todos los
ámbitos de la actividad humana, no se concibe evolución humana sin evolución de
la IA (Afirmar lo contrario sería posicionarnos contra el Principio de
Realidad). Una convergencia que, por otro lado, representa el único camino factible
de supervivencia no sólo para la especie humana, sino también en una primera
fase evolutiva para ambas especies (Lo que los biólogos denominan como Teoría
de la Endosimbiosis (3)
, definido
como un sistema de coexistencia donde el huésped no puede vivir sin el
anfitrión). O, dicho en otras palabras, el ser humano va camino hacia el
transhumanismo o posthumanismo (4)
al presumiblemente hibridar entre biología y tecnología (estadio en el
que la tecnología para uso humano actualmente externa al cuerpo acabe formando
parte del mismo). Un punto de inflexión en el que -al igual que le sucedió a los
primeros homos
que dejaron de ser primates stricto sensu
- ya no
podremos considerarnos como Homo Sapiens
, y de cuyo potencial peligro en
la pérdida de nuestra preciada humanidad no voy a entrar por haberlo tratado ya
en anteriores ocasiones (5,6).
En resumidas cuentas, y con
independencia de las implicaciones sociológicas de la nueva era transhumanista
que viene, podemos afirmar que nuestro futuro evolutivo no es otro que el
resultado inevitable de la entropía del Universo. Y que nuestra supervivencia
en este proceso pasa de manera inequívoca, bajo la lógica de la suma de
historias feynmaniana, por una simbiosis con la IA.
Otro cantar es vislumbrar la
nueva posible realidad reorganizada tras el previsible horizonte de sucesos que
se avecina como tormenta evolutiva perfecta, fruto de la diseminación de
nuestra energía concentrada en actual fase acelerada de entropía, que si bien ciertamente
me genera curiosa expectación como filósofo, no es menos cierto que rezo a las ancestrales
Moiras para que me excusen como testigo presencial de dicho futuro. Y es que servidor,
al fin y al cabo, no deja de ser un humanista del siglo pasado que reflexiona pipa
en boca desde su pequeña atalaya existencial.
Referencias
(1)
Una nueva teoría de la física de la vida. Elton
Wade. Medium, 14 Enero 2018 https://acortar.link/hEriMJ
(2)
Metafísica para Divergentes. Jesús A. Mármol.
Mundobook, 2024 https://acortar.link/f88yOE
(3)
Lynn Margulis, la bióloga que reinterpretó la
evolución. Héctor Rodríguez. National Geogrpahic, 10 Marzo 2023 https://acortar.link/NnqrBZ
(4)
El Transhumanismo, el lobo (del Mercado) con
piel de cordero. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 26 Noviembre 2019 https://acortar.link/cePII4
(5)
Teorema Evolutivo del Homo Sapiens Artificialis
(versus el homo sapiens sapiens). Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador, 11
Junio 2020 https://acortar.link/mwrVcz
(6)
¡No digitalicemos el cerebro humano! Es un grave
error frente a una IA descontrolada. Jesús A. Mármol. Bitácora de un Buscador,
6 Abril 2023 https://acortar.link/94eW9C
